Mala postura y sus efectos en el ámbito maxilofacial
A pesar de que las malas posturas siempre se asocian a los problemas de espalda, lo cierto es que una mala postura puede llegar a afectar a la oclusión y, por consiguiente, al aspecto del rostro.
Cuando nuestro cuerpo se encuentra en reposo, la posición de la mandíbula está determinada por el equilibrio muscular en función del mantenimiento de la postura de la cabeza. Cuando el cuerpo no se encuentra en una posición natural, este hace esfuerzos para conseguir el equilibrio y, en este caso, podemos afirmar que las inclinaciones de la cabeza pueden afectar a la posición postural mandibular.
Si nos encorvamos, por ejemplo, al observar un ordenador, el cuerpo debe de hacer fuerza sobre los músculos del cuello para que se mantenga elevado el mentón. Todos estos esfuerzos que tiene que realizar el cuello pueden producir una excesiva tensión en los músculos de masticación, también en los dientes y en las estructuras de soporte. Esta presión puede acabar afectando a la masticación.
Efectos que puede tener la mala postura
Una mala postura puede tener diversos efectos en el ámbito maxilofacial, ya que la postura del cuerpo está estrechamente relacionada con la posición de la mandíbula, la boca y la cabeza. Aquí hay algunos efectos comunes que una mala postura puede tener en el ámbito maxilofacial:
- Maloclusión: Una postura incorrecta puede influir en la posición de la mandíbula y los dientes, lo que puede resultar en maloclusión dental, es decir, una mordida incorrecta donde los dientes superiores e inferiores no encajan correctamente. Esto puede causar problemas como desgaste dental anormal, dificultades para masticar y problemas de articulación temporomandibular (ATM).
- ATM: Una mala postura puede afectar la articulación temporomandibular, que conecta la mandíbula al cráneo. La tensión y el estrés en los músculos del cuello y los hombros debido a una mala postura pueden provocar disfunción de la articulación temporomandibular ATM, lo que resulta en síntomas como dolor facial, dolor de cabeza, chasquidos o crepitación en la articulación y dificultad para abrir o cerrar la boca.
- Respiración Oral: Una postura incorrecta, especialmente la cabeza hacia adelante y los hombros encorvados, puede promover la respiración oral en lugar de la nasal. La respiración oral crónica puede causar cambios en el desarrollo facial, como paladar estrecho, mandíbula inferior retraída o retrognatia y labio superior corto, lo que se conoce como síndrome de respiración oral.
- Problemas de Estética Facial: Una mala postura puede influir en la apariencia facial al afectar la posición de la mandíbula, el mentón y los músculos faciales. Esto puede resultar en una apariencia de perfil facial desequilibrada, con la barbilla retraída o el mentón proyectado hacia adelante que habría que corregir con una mentoplastia.
- Dolor de Cuello y Espalda: La mala postura puede provocar tensión y dolor en los músculos del cuello y la espalda, lo que puede afectar indirectamente a la posición de la mandíbula y la boca debido a la interconexión de los músculos y estructuras del cuerpo.
Es importante abordar tanto la mala postura como sus efectos en el ámbito maxilofacial para prevenir problemas a largo plazo. Esto puede implicar la corrección de la postura mediante ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, el uso de dispositivos ortopédicos o de apoyo, así como la atención dental y ortodóncica para corregir problemas relacionados con la mordida y la articulación temporomandibular.
Procura mantener siempre una buena postura
La mejor forma de poder evitar este problema es mantener siempre una buena postura. En este caso entran en juego muchos factores, por ejemplo, que el monitor se encuentre a la altura adecuada de los ojos, poder mantener la espalda recta, mantener una posición natural…
Es importante tratar de evitar todos los esfuerzos innecesarios sobre el cuello. De esta forma, nuestro cuerpo no tratará de corregir las diferentes posturas tensionando los músculos y, por lo tanto, se afectará en una menor medida a la masticación.
Los huesos tienen el poder de adaptarse a las cargas que soportan, por lo que si mantienes una mala postura de forma continuada a lo largo del tiempo, la corrección de postura por parte de tu cuerpo puede llegar a ocasionar algunos problemas como el rechinar de los dientes o bruxismo.
Si tienes algún problema facial que crees que pueda estar asociado a una mala postura, puedes consultarlo con nuestros cirujanos maxilofaciales para que te den una solución acorde a tu caso.