Las complicaciones que pueden aparecer son poco frecuentes y pueden ser inmediatas y mediatas (secundarias o tardías).
Fracturas del diente, fracturas o luxaciones de dientes adyacentes o antagonistas; fracturas del tabique óseo, borde alveolar, tuberosidad, suelo nasal o sinusal o mandibular; luxación de la articulación temporomandibular; desgarros, hemorragias, heridas de partes blandas; lesiones de los nervios; desplazamiento del diente a otras regiones, enfisema submucoso, fractura de instrumental, rotura de obturaciones o prótesis vecinas, etc.
Infecciosas (alveolitis, osteítis, abscesos, osteorradionecrosis, celulitis, trismo, sinusitis, etc.); hemorrágicas (de causa local o general); mecánicas o traumáticas (periodontal traumática, comunicaciones buconasales, alteraciones de la articulación temporomandibular); tumorales (quiste en la encía o épulis granulomatoso); generales (bacteriemias, septicemias, glomerulonefritis, crisis hiperglucémica o hipertiroidea, descompensaciones cardiacas, hepatitis, etc.).