Avulsión dental
La avulsión dental es la completa extracción de un diente de su alveolo (hueco en el hueso donde está alojado). Se produce generalmente como resultado de un traumatismo o accidente.
¿Qué es la avulsión dental?
La avulsión dental es un término utilizado para describir la completa expulsión o extracción de un diente de su alveolo dental, es decir, cuando el diente es arrancado completamente de la boca debido a un traumatismo o lesión. Este tipo de lesión dental es considerada una emergencia dental y requiere atención inmediata para maximizar las posibilidades de salvar el diente.
¿Qué debemos hacer ante una avulsión dental?
Ante una avulsión dental o falta de diente, es importante actuar rápidamente y seguir estos pasos:
- Recupera el diente: Si es posible, toma el diente avulsionado sosteniéndolo únicamente por la corona (parte visible). Evita tocar o manipular la raíz del diente.
- Limpia el diente: Si el diente está sucio, enjuágalo suavemente con agua potable o solución salina. Evita frotar o raspar el diente para evitar daños en los tejidos.
- Reimplanta el diente: Intenta volver a colocar el diente en su alveolo original. Alinea el diente correctamente y aplica una ligera presión para mantenerlo en su lugar. Si no puedes reimplantarlo de inmediato, pasa al siguiente paso.
- Mantén el diente húmedo: Si no puedes reimplantar el diente de inmediato, colócalo en un recipiente con solución salina. Esto ayudará a mantener el diente húmedo hasta que puedas buscar atención dental.
- Busca atención dental de emergencia: Es fundamental acudir a un dentista lo antes posible después de una avulsión dental. El dentista evaluará la condición del diente y los tejidos circundantes, y determinará el tratamiento adecuado.
Recuerda que el tiempo es crucial en el éxito del tratamiento. Idealmente, se debe reimplantar el diente en los primeros 30 minutos después de la avulsión. Cuanto más rápido actúes y busques atención dental, mayores serán las posibilidades de salvar el diente.
Tratamiento de la avulsión dental
El tratamiento de la avulsión dental, generalmente, implica los siguientes pasos:
- Reimplantación inmediata: Idealmente, se debe intentar reimplantar el diente en su alveolo original lo más rápido posible. Esto aumenta las posibilidades de éxito del tratamiento. El diente debe ser cuidadosamente alineado y presionado suavemente en su sitio. Es importante evitar tocar la raíz del diente y mantenerlo limpio y húmedo durante el proceso.
- Control del sangrado: Si hay sangrado, se debe aplicar una compresa de gasa estéril para detenerlo. Presiona suavemente sobre el área afectada durante unos minutos hasta que el sangrado se detenga.
- Estabilización del diente: Una vez reimplantado, el diente puede requerir estabilización para asegurar su posición adecuada. Esto puede lograrse utilizando un alambre dental suave o un aparato de ortodoncia para inmovilizar el diente y permitir que se cure correctamente.
- Evaluación y seguimiento: Después de la reimplantación, es crucial que el paciente sea evaluado por un dentista de inmediato. El dentista examinará el diente y los tejidos circundantes para asegurarse de que no haya daños adicionales y para determinar el tratamiento a largo plazo.
- Tratamiento a largo plazo: Dependiendo de la condición del diente y de los tejidos circundantes, el dentista puede recomendar tratamientos adicionales, como la realización de una radiografía para evaluar posibles fracturas, la prescripción de medicamentos para prevenir infecciones o el seguimiento de una terapia de endodoncia si el nervio del diente está dañado.
Implantes dentales tras avulsión dental: una opción de restauración a largo plazo
En algunos casos, si la reimplantación inmediata no es posible o el diente no puede ser salvado, el dentista puede discutir opciones de tratamiento alternativas, como la colocación de un implante dental o la utilización de prótesis dentales para reemplazar el diente perdido.
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