Glándulas salivales inflamadas y su tratamiento
Las glándulas salivales se pueden inflamar por diferentes motivos, desde un virus o por infecciones.
Las glándulas salivales se pueden inflamar por diferentes motivos, desde un virus o por infecciones.
Las glándulas salivales se pueden inflamar por diferentes motivos, desde un virus o por infecciones.
Cuando la inflamación de las glándulas salivales es crónica, es importante acudir al especialista. Aunque podría no ser nada serio, también podría ser el primer indicio de algo mayor y un diagnóstico temprano te evitará muchos problemas.
Las glándulas salivales son las responsables de mantener una adecuada cantidad de saliva en la boca, y la segregan a la boca gracias a una abertura denominada ducto. La saliva nos ayuda a masticar y a tragar los alimentos, a digerir la comida, pero también nos ayuda a mantener la boca limpia y contiene anticuerpos capaces de matar gérmenes.
Problemas o enfermedades de las Glándulas Salivales pueden provocar inflamación o irritación de estas, provocando distintos síntomas.
Relativamente común. Más frecuente en la glándula submaxilar, como consecuencia de la retención de saliva en el conducto. Generalmente doloroso y con riesgo de infección.
La patología más importante, son los tumores de las glándulas salivales. Habitualmente requiere la extirpación completa de la glándula afectada. La mayoría de estos tumores son benignos, pero se recomienda su extirpación, ya que pueden crecer provocando diversos problemas.
Entre otros, los motivos que pueden causar problemas en las glándulas salivales encontramos las infecciones, la obstrucción del ducto y el cáncer, aunque también pueden ser debidos a otros como en Síndrome de Sjögren.
Las circunstancias de cada paciente determinarán el mejor curso de acción para tratar este trastorno.
Primero, un especialista puede diagnosticarlo visualmente o, para un examen más completo, recurrir a ultrasonido, rayos X, tomografías computarizadas, resonancia magnética o una biopsia.
En casos menores, se aconsejará aumentar la salivación consumiendo alimentos que no perjudiquen significativamente nuestra salud bucodental. Esto se hace para alentar a que fluya la mayor cantidad de saliva y expulse el cálculo salival.
Con frecuencia se toman antiinflamatorios, analgésicos y antibióticos.
Será necesario recurrir a la cirugía en circunstancias extremas o cuando los efectos de los tratamientos anteriores sean ineficaces. Para facilitar el proceso de extracción de cálculos, se utilizará una sonda para agrandar el conducto de la glándula salival en esta área.
La otra enfermedad debe tratarse primero si resulta que la inflamación es causada por ella.
Es bastante típico proceder con la extirpación de la glándula si hay una masa tumoral presente.